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Los quistes mamarios son una de las afecciones más frecuentes en la salud mamaria femenina.
A pesar de que pueden generar preocupación al ser detectados, la mayoría son benignos y no representan un riesgo para la salud. En este artículo, vamos a hablar sobre qué son, qué síntomas producen, cómo se diagnostican y qué opciones de tratamiento hay.
¿Qué son los quistes mamarios? Te lo explicamos de forma sencilla
Los quistes mamarios son pequeños sacos llenos de líquido dentro del tejido mamario. Se pueden presentar de forma única o bien tener varios en el momento del diagnóstico, en una o ambas mamas.
Suelen ser más frecuentes en mujeres de edades comprendidas entre los 30 y los 50 años, aparecen normalmente por cambios hormonales, especialmente durante el ciclo menstrual y tienden a estabilizarse o desaparecer tras la menopausia.
Características principales:
- Tienen medidas variables. Podemos encontrar desde 1-2 mm hasta los 5-6 cm de diámetro.
- Suelen tener forma redonda u ovalada y bordes definidos.
- Pueden ser palpables. Suelen ser móviles y a veces cambian de tamaño según la fase del ciclo menstrual.
- Pueden ser dolorosos o molestos a la palpación en función del tamaño.
Síntomas de los quistes mamarios
En muchos casos, los quistes mamarios son asintomáticos y se detectan en revisiones ginecológicas de rutina. Sin embargo, algunas mujeres pueden presentar los siguientes síntomas:
- Dolor o sensibilidad mamaria, especialmente antes del periodo menstrual.
- Aumento o disminución del tamaño del quiste durante el ciclo menstrual.
- Secreción por el pezón, que puede ser transparente, amarilla o marronácea.
¿Cómo diagnosticamos un quiste en la mama?
El diagnóstico de los quistes mamarios puede incluir las siguientes pruebas:
- Examen físico: Mediante la palpación de la mama podemos identificar la presencia de bultos y evaluar la movilidad, la consistencia, entre otros aspectos.
- Ecografía de mama: Es la prueba de elección si queremos diferenciar un quiste lleno de líquido un nódulo que es sólido. En esta prueba, los quistes se definen como estructuras bien definidas y llenas de líquido en su interior.
- Mamografía: Las realizamos sobre todo en mujeres mayores de 40 años o en casos en que la ecografía no proporciona la suficiente información.
- Aspiración con aguja fina: En casos de quistes grandes o bien dolorosos, se puede valorar una punción con aspiración del contenido del quiste. Esto permite aliviar los síntomas y además analizar el líquido extraído para estudiar y descartar cualquier anormalidad.
Tratamiento del quiste mamario
En la mayoría de los casos, los quistes mamarios no requieren tratamiento. Sí es recomendable realizar revisiones periódicas para el control tanto del tamaño como de las características del quiste.
En casos en que los quistes generan incomodidad, dolor, o bien son quistes recurrentes se pueden valorar las siguientes opciones de tratamiento:
- Drenaje mediante aspiración con aguja fina: Es un procedimiento rápido y eficaz para aliviar los síntomas.
- Extirpación quirúrgica: En casos excepcionales en que el quiste es persistente o presenta características sospechosas.
¿Son los quistes de mama un factor de riesgo para el cáncer?
No, los quistes mamarios en sí no aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Son lesiones benignas y no se convierten en cáncer. Sin embargo, es importante diferenciarlos de otras masas que podrían necesitar más estudios.
¿Cuándo hay que preocuparse?
Aunque los quistes no son peligrosos, debes consultar con un especialista en los siguientes casos:
- Cuando palpas un bulto de nueva aparición durante la autoexploración mamaria.
- Presentas secreción con sangre por el pezón.
- Hay cambios en la piel, como retracción o enrojecimiento.
- Retracción o inversión del pezón sin causa.
- Dolor persistente en una zona específica de la mama. aparente.
- Aumento de tamaño o cambios en la forma de una mama de manera repentina.
- Ganglios inflamados en la axila sin motivo claro.
Conclusiones
Los quistes mamarios son algo bastante común y, en la mayoría de los casos, no representan un riesgo.
Aunque es normal que causen algo de preocupación, casi nunca requieren tratamiento y suelen ser inofensivos.
Lo más importante es conocer tu cuerpo, hacerte chequeos regulares y no dudar en acudir al ginecólogo si notas algún cambio en tus mamas.
Con la información correcta y un buen seguimiento, puedes manejar esta situación con total tranquilidad.
Si en algún momento sientes algo diferente o tienes dudas, no lo dejes pasar. Tu salud mamaria es prioridad, y la prevención siempre será tu mejor aliada.
Dra. Mireia Castilla
Graduada en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB)
Especialista en Ginecología y Obstetricia vía MIR en el Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona)
Miembro de la Asociación Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO)
