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Amiga, hoy quiero hablarte de algo que nos toca a todas y que, aunque a veces nos da pereza o nos genera nervios, es fundamental para nuestra salud: el cribado de cáncer de cérvix.
Seguramente has oído hablar de la citología cervical o prueba de Papanicolaou, pero ¿sabías que la detección del Virus del Papiloma Humano (VPH) ha ganado protagonismo en el cribado? En la actualidad, la prueba del VPH se utiliza como cribado primario a partir de los 30 años, ya que es más efectiva para detectar riesgos de desarrollar lesiones precancerosas.
Así que, con la confianza con la que te lo contaría en consulta, vamos a despejar todas tus dudas y preocupaciones.
¿Para qué sirve el cribado de cáncer de cérvix?
El objetivo es detectar cambios en las células del cuello uterino antes de que evolucionen a un problema mayor, esto se hace mediante la citología. Actualmente, existe además otra prueba, la detección del VPH, que identifica directamente la presencia del virus responsable de la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino.
¿Cómo se realiza el cribado?
Si nunca te la has hecho, tranquila, aquí tienes el paso a paso para que llegues con cero dudas y mucho más relajada:
- Te acomodas en la camilla en posición ginecológica (piernas apoyadas en los estribos; un poco incómodo, pero rápido).
- Inserción del espéculo: Este aparatito separa las paredes vaginales para visualizar bien el cuello uterino. No duele, aunque puede sentirse algo de presión.
- Toma de muestras: Con un cepillito se toman células de dos zonas clave:
🔹 Parte externa del cuello uterino (ectocérvix).
🔹 Canal del cuello uterino (endocérvix). - Fijación y envío: Las muestras se colocan en un frasco con líquido para su análisis en el laboratorio, donde se realiza la citología y/o la detección del VPH.
Todo dura apenas unos minutos. Puede ser un poco incómodo, pero la tranquilidad que te da saber que todo está en orden lo compensa totalmente.
¿Y qué pasa en el laboratorio?
Aquí entra en juego el famoso método de Papanicolaou, que tiñe las células para resaltar cualquier anomalía. Además, se analiza la presencia del HPV para evaluar el riesgo de desarrollar lesiones precancerosas.
Si algo parece fuera de lo normal, tu ginecólogo te explicará los siguientes pasos a seguir.
Consejos para antes de la prueba
Para asegurarte de que los resultados sean fiables, es recomendable:
✔ Evitar tener relaciones sexuales al menos 48 horas antes de la prueba.
✔ No usar duchas vaginales, tampones, cremas o medicamentos vaginales en los días previos.
✔ Agendar tu cita fuera de tu período menstrual, ya que la presencia de sangre puede invalidar el resultado.
¿Cada cuánto debo hacerme el cribado de cáncer de cérvix y qué pruebas son necesarias?
Si nos basamos en la actualización de la AEPCC (Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia) sobre el cribado de cáncer de cérvix, los puntos más importantes del cribado poblacional y sus indicaciones son:
- Se sugiere comenzar el cribado con detección del HPV a partir de los 30 años, independientemente del estado de vacunación del HPV.
- Se recomienda citología cada 3 años en mujeres no vacunadas frente al HPV a partir de los 25 años hasta los 29 años.
- Si los resultados son normales, puede repetirse cada 5 años hasta los 65 años.
- En algunos casos, si hay antecedentes de lesiones cervicales o factores de riesgo, tu ginecólogo puede recomendar controles más frecuentes.
¿Por qué es tan importante este nuevo enfoque?
El cribado mediante la detección del HPV, permite ser más preciso y permite actuar antes de que aparezcan problemas graves.
Sé que a veces dejamos estas cosas para después, pero este es tu recordatorio cariñoso: haz tu cita y cuida de ti. Tu salud siempre debe estar en tu lista de prioridades.
Si tienes dudas, si alguna vez te ha salido un resultado alterado y no sabes qué hacer, o simplemente quieres charlarlo antes de tu cita, no dudes en hablar con tu ginecólogo.

Dra. Mireia Castilla
Médica especialista en Ginecología y Obstetricia vía MIR en Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona)
Número de colegiado: 57948
Miembro de la Asociación Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO)